Nanorobótica

Nanorobótica

La nanorobótica es una rama de la robótica que se centra en el diseño y la fabricación de robots extremadamente pequeños, generalmente menos de 100 nanómetros de tamaño. Los nanorobots pueden ser controlados para moverse a voluntad y manipular objetos a nivel molecular o incluso atómico. La nanorobótica es una disciplina emergente con un gran potencial, ya que podría permitirnos crear dispositivos médicos extremadamente precisos, fabricar materiales a partir de átomos individuales y realizar reparaciones microscópicas en sistemas electrónicos.

¿Alguna vez has soñado con tener un robot personal que te ayudara en todo? Pues eso ya es posible, y se llama nanorobótica.

La nanorobótica es la rama de la robótica que se dedica al diseño y construcción de robots diminutos, capaces de interactuar con el mundo a escala nanométrica. Estos nanorobots pueden ser controlados para realizar tareas muy precisas, como extraer materiales del cuerpo humano o reparar daños celulares.

La nanorobótica está en pleno desarrollo y ya se están haciendo grandes avances. Se espera que en un futuro no muy lejano estos robots sean capaces de realizar aún más tareas, como limpiar el medioambiente o fabricar medicamentos personalizados.

Origen de la nanorobótica

Nanorobótica es la rama de la robótica que se dedica al diseño y construcción de robots microscópicos. También se le conoce como microbiorobótica o nanomatemática. La nanorobótica es una disciplina relativamente nueva que se está desarrollando a partir de la convergencia de varias áreas del conocimiento, entre ellas la ingeniería, la informática y las ciencias de los materiales.

Los primeros intentos de construir robots microscópicos datan de mediados del siglo XX, aunque en aquella época no se les llamaba nanorobots. Uno de los pioneros en este campo fue Richard Feynman, premio Nobel de Física en 1965, quien en una famosa conferencia pronunciada en 1959 planteó la idea de manipular objetos a nivel atómico utilizando «manganas» (pequeños electroimanes) controladas por ordenador. Sin embargo, no fue hasta mediados de la década de 1980 cuando el término «nanorobot» empezó a utilizarse por primera vez para referirse a estos dispositivos.

A finales del siglo XX y principios del XXI, el avance exponencial en el campo de la electrónica ha permitido fabricar componentes cada vez más pequeños y potentes. Esto ha abierto las puertas a la posibilidad realista de construir nanorobots autónomos capaces de moverse y manipular objetos a nivel microscópico o incluso submicroscópico. En 2003 se consiguió construir un robot nanoautónomo capaz de moverse libremente dentro de un tubo diámetro medio (aunque todavía no se ha logrado salir del tubo). En 2005 se consiguieron mover nanopartículas individuales mediante impulsos eléctricos controlados por ordenador. Y en 2012 se lograron controlar nanopartículas mediante luz visible utilizando técnicas foto polarimétricas sincrónicas para detectar su movimiento en tiempo real .

Aunque todavía estamos en los primeros pasos en el desarrollo de esta tecnología , ya existen varios escenarios posibles de uso de nanorobots en un futuro próximo . Algunos ejemplos son:

  • La limpieza automatizada de superficies contaminadas con agentes patógenos o tóxicos.
  • Administración de medicamentos humanos en forma de nano partículas precisas y localizadas. Minimizando así, las dosis necesarias y reduciendo las posibles interacciones.
  • El diagnóstico y tratamiento de enfermedades desde el interior celular. Detectando y actuando directamente sobre los elementos específicos tales como células cancerígenas.

Ejemplos de nanorobótica

La nanorobótica está presente en nuestras vidas de muchas maneras, aunque no nos percatemos de ello. Se trata de una rama de la robótica que se centra en la creación y el control de robots extremadamente pequeños, a escala nanométrica. A continuación te mostramos algunos ejemplos de nanorobótica que quizá no conocías.

Computadoras y teléfonos inteligentes

Los chips que se encuentran en las computadoras y los teléfonos inteligentes son un claro ejemplo de nanorobótica. Están compuestos por miles o incluso millones de transistores, que son dispositivos electrónicos muy pequeños capaces de controlar el flujo de electrones.

Los transistores se fabrican utilizando técnicas avanzadas de micro y nanofabricación, y cada vez son más pequeños y eficientes. De hecho, el transistor más pequeño fabricado hasta la fecha tiene un tamaño equivalente a un átomo de carbono.

Pinturas inteligentes

Otro ejemplo interesante es el llamado vidrio inteligente o pintura inteligente, que está compuesta por nanopartículas capaces de ofrecer una gran variedad de funciones útiles.

Por ejemplo, existen pinturas inteligentes capaces ofrecer aislamiento térmico o acústico, repeler el agua o incluso generar energía solar. En el futuro, este tipo de pinturas podría utilizarse para construir edificios totalmente autosuficientes energéticamente hablando.

Tecnología LED

Los diodos emisores de luz (LED) son otros dispositivos electrónicos que han sido mejorados gracias a la nanorobótica. Se trata de dispositivos extremadamente eficientes capaces convertir electricidad en luz visible utilizando nanopartículas semiconductoras.

La tecnología LED está siendo utilizada cada vez más en diversos campos debido a sus numerosas ventajas sobre las lámparas convencionales (incandescentes o fluorescentes). Algunas ventajas son su mayor durabilidad, su menor consumo energético o su capacidad para emitir luz blanca sin necesidad del uso del foso óptico comúnmente requerido por las luces fluorescentes.

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