Corriente continua
La corriente continua o corriente directa es aquella donde las cargas y el flujo eléctrico no varía de dirección, siempre manteniéndose de manera unilateral.
Podemos decir que la corriente continua (también llamada corriente directa) siempre va hacia la misma dirección, no variando con el tiempo.
Aplicaciones de la corriente continua
La corriente directa o continua tiene muchos usos en la actualidad, siendo principalmente en aplicaciones de voltaje bajo y extra bajo.
Se hace uso en sistemas que requieren de baterías, todo esto por el uso del bajo voltaje.
También se utiliza en sistemas de energía solar fotovoltaica (células fotovoltaicas), ya que solo producen corriente continua.
Origen de la corriente continua
La corriente continua tuvo su origen en el año 1800, esto con la creación de la pila voltaica por el físico de Italia: Alessandro Volta.
Con el paso de los años, varios físicos estudiaron el fenómeno, comenzando por el francés André-Marie Ampere que hizo sus propias conclusiones.
Cuando la bombilla fue inventada por Thomas Edison en el año de 1882, el uso de corriente directa de baja tensión y consumo se hizo mucho mayor en los hogares de la época.
Diferencias entre la corriente continua y la alterna
Como dijimos en líneas anteriores, la corriente continua se caracteriza en primera instancia por tener un flujo de corriente unidireccional, es decir, que solo va hacia una dirección.
Por su cuenta, la corriente alterna se da en dos sentidos de forma alterna.
De las dos, la corriente alterna es la más potente e intensa, por lo que es la que más se utiliza en casas, edificios, entre otros.
En cambio, la corriente directa o continua es menos potente, por lo que se encuentra usualmente en pilas, baterías y otros equipos que tengan una tensión eléctrica muy baja.
Debido a lo anterior, el uso de la corriente continua no es tan común como la de la alterna, principalmente porque tiene menos potencia y es más específica.
Flujo y construcción de una corriente continua
Al tratarse de un tipo de corriente que es unidireccional, necesitamos un circuito cerrado que se vea interrumpido de ninguna forma.
Esto último porque la electricidad necesita correr en una sola dirección y sin interrupciones. Una de las maneras más simples y útiles para crear un circuito de corriente continua, es utilizar baterías.
El funcionamiento de las baterías (y similares) se basa en que ocurren algunas reacciones químicas en su interior. Estas separan las cargas eléctricas y marcan la diferencia que se requiere para se cree la corriente.
Luego, los electrones salen por la terminal negativa de la batería, para después ser atraídos por la terminal positiva. Esto hace que se cumpla la norma del flujo eléctrico unidireccional.
Un circuito cerrado sencillo suele hacer uso de baterías, aunque es importante añadir que estas últimas se desgastan con el tiempo.
Siguiendo la línea anterior, un circuito de corriente continua tiene consigo una serie de elementos comunes como las resistencias, condensadores y demás.
También se añade el uso de alambres conductores y la fuente de voltaje directo.
Flujo y construcción de una corriente continua
Al tratarse de un tipo de corriente que es unidireccional, necesitamos un circuito cerrado que se vea interrumpido de ninguna forma.
Esto último porque la electricidad necesita correr en una sola dirección y sin interrupciones. Una de las maneras más simples y útiles para crear un circuito de corriente continua, es utilizar baterías.